En medio de la sesión en la Cámara de Diputados, el pasado 20 de agosto, por el rechazo al veto de la emergencia en discapacidad, salieron a la luz una serie de grabaciones del secretario de ANDIS Diego Spagnuolo, donde confiesa la estructuración de un sistema de coimas que recibe Karina Milei, organizadas por Lule Menem y otros funcionarios del gobierno actual. Estas coimas se recaudarían a través de la Droguería Suizo Argentina mediante las compras de medicamentos para la Agencia Nacional de Discapacidad.
Este caso de corrupción no es el único ni el primero que se desata desde que los hermanos Milei están en el poder, sobre todo con Karina como epicentro de estos mecanismos espurios. Cómo sabemos Milei llega al Estado para favorecer a los sectores extranjerizados de la economía, concentrar riquezas en pocas manos, reprimir cualquier intento de organización popular y como se evidencia recaudar miles de dólares.
Hay una matriz de corrupción en todos estos mecanismos, que pueden verse, por ejemplo, con casos denunciados por integrantes y ex integrantes de LLA. El otorgamiento de puestos de trabajo a cambio de favores sexual en la administración pública, en PAMI, la venta de candidaturas de todo tipo, el cobro de sumas en dólares por entrevistas con el presidente. El pedido de dádivas a empresarios extranjeros por parte de Sturzenegger, la existencia de militantes pagos, y hasta el intento de cobro al reconocido orfebre Payarols para realizar el bastón de mando presidencial.
Entre los últimos escándalos el conocido internacionalmente como Caso Libra se refiere a la promoción de la criptomoneda $LIBRA por parte del presidente argentino Javier Milei, quien recomendó públicamente $LIBRA a través de sus redes sociales, lo que atrajo a miles de inversores. Tras la promoción, el valor de la criptomoneda subió de forma artificial. Los fundadores de $LIBRA, vendieron masivamente sus participaciones, obteniendo ganancias millonarias. Poco después, el valor se desplomó, provocando pérdidas para los inversores. Los afectados presentaron denuncias en Argentina, Estados Unidos y España, acusando al Presidente y a su entorno de facilitar la estafa, de la cual se fueron conociendo sobradas evidencias.
Unos días después, un avión privado llegó a Aeroparque con 10 valijas que no pasaron por los controles aduaneros, vinculadas a Laura Belén Arrieta, empleada del empresario Leonardo Scatturice, cercano a Javier Milei y a círculos conservadores internacionales. La investigación judicia, detectó irregularidades en el plan de vuelo y comportamiento sospechoso de Arrieta.
En el mes de abril, se desató una crisis sanitaria por fentanilo clínico contaminado con bacterias resistentes, producido por los laboratorios HLB Pharma Group y Laboratorio Ramallo. Más de 100 personas murieron y unas 45.000 ampollas contaminadas fueron administradas a pacientes antes de ser retiradas. El brote afectó a hospitales de varias provincias, incluyendo Buenos Aires, Santa Fe y Neuquén, con el inicio detectado en el Hospital Italiano de La Plata.
El caso evidenció fallas graves en los controles regulatorios, ya que se habían informado en las inspecciones a éstos laboratorios de irregularidades y deficiencias y luego el gobierno nacional desreguló, desfinanció y achicó el ANMAT, lo que deja sin controles la cadena de producción farmacéutica, evidenciando la seguridad de los medicamentos y la protección de la salud pública.
Uno tras otro se van descubriendo las intenciones de un gobierno antipopular que elige desfinanciar la educación, la salud, la discapacidad, los sueldos de los empleados estatales, los jubilados para financiar sus propios bolsillos y los de los grupos económicos concentrados.